Albóndigas de espinaca y ricotta

Receta compatible con Thermomix TM6, TM5, TM31 y TM21

Dificultad
Media

Tiempo
5 minutos

Cantidad
4 personas

Ingredientes de la ThermoReceta

  • 300 gramos (hervida y exprimida) de espinacas
  • 2 huevos
  • 200 gramos de ricotta
  • Al gusto de sal fina
  • 20 gramos de queso parmesano
  • Al gusto de nuez moscada
  • Al gusto de pimienta
  • migas de pan
  • Al gusto de aceite de oliva virgen extra

Las albóndigas de espinacas con requesón son el alimento para los dedos adecuado para llevar a la mesa cuando se tiene poco tiempo, pero realmente se quiere comer algo bueno. Gracias a Thermomix prepararlos será muy fácil, pero descubramos juntos todos los momentos en los que puedes servirlos. Son sabrosos y sabrosos y el mérito no es sólo de los dos ingredientes principales, sino también de la presencia del queso parmesano, la pimienta y la nuez moscada. Como no están hechos con carne, puedes cocinarlos sin problemas, incluso si prefieres un estilo de alimentación vegetariana, mientras que su sabroso sabor también atraerá a los niños, que a menudo son reacios a comer verduras tan importantes para su crecimiento.

La combinación de requesón y espinacas le permitirá disfrutar de deliciosas albóndigas que puede servir calientes, tibias o incluso frías. Lo bueno de este plato es que puede desempeñar el papel de un sabroso y veraniego aperitivo, un rico aperitivo o un ligero plato principal para acompañar una ensalada de tomate fresco.

Recuerde que las espinacas deben apretarse muy bien después de hervir, porque de lo contrario la masa estará húmeda y será más difícil de moldear. Para superar este problema, la solución es añadir más queso parmesano. Si sobran, puedes volver a ponerlas en la nevera y comerlas en los próximos dos días.

Cómo hacer esta Receta para Thermomix

  1. Ponga las espinacas cocidas en la taza: 10 segundos, Velocidad 7.
  2. Añade los huevos, el queso ricotta, la sal, el queso parmesano, la nuez moscada, la pimienta y el pan rallado: 10 segundos, Velocidad 7.
  3. Con la masa obtenida de las albóndigas del tamaño de pelotas de ping pong y aplastarlas ligeramente.
  4. Cocínalos en aceite hirviendo dándoles la vuelta a menudo hasta que estén bien dorados.
  5. Escúrralos y séquelos en papel absorbente del exceso de aceite y sírvalos.

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